Las Palmas de Gran Canaria (EFE).- El Club Voleibol San Roque-El Batán ha presentado este martes la plantilla con la que competirá en la temporada 2024/2025 por volver a sorprender en la Superliga masculina y, por primera vez en sus más de 50 años de historia, en competición europea, con el trabajo como principal premisa.
El equipo, nacido en el seno de un barrio humilde de Las Palmas de Gran Canaria, llegó el pasado curso a la máxima categoría del voleibol nacional, logrando la permanencia y clasificarse para los play-offs por el título, lo que le ha brindado un billete para disputar el próximo 8 y 9 de octubre la Copa Challenge, la tercera competición continental en importancia, contra el noruego BK Tromso.
Una oportunidad que, en palabras de su presidente, Miguel Ángel Hernández, afrontan “con mucha ilusión” después de haber dado “muchas sorpresas” en la pasada temporada.
“Ganamos muchos partidos donde se nos daba por perdidos y este año queremos seguir dando la talla en la categoría”, ha asegurado en declaraciones a los medios de comunicación en instalaciones del Grupo Rafael Afonso, que se suma como patrocinador a la entidad.
Según Miguel Ángel Hernández, “es un orgullo para el barrio de San Roque y para la isla de Gran Canaria en general” que un equipo modesto como el San Roque haya alcanzado la competición continental en su segundo año en la máxima categoría del voleibol nacional y ha querido destacar que estos logros hunden sus raíces en la cantera de la entidad.
Porque, ha dicho, “con dinero se puede hacer muchas cosas, pero la cantera hay que trabajarla muchísimo”.
Sobre cómo conseguir inculcar entre las nuevas incorporaciones ese sentimiento de pertenencia al barrio, el presidente del equipo ha insistido en que el San Roque es “una familia” y que cuando llega un nuevo jugador, “ve cómo está estructurado y ya se acopla fácilmente al club, y es difícil que se quiera marchar”.
También ha recalcado que el San Roque cuenta con el menor presupuesto entre todos los participantes en la Superliga masculina, otro elemento que les hace sentirse “muy orgullosos” por la gestión de las cuentas.
Las claves para el capitán: trabajo y constancia
El capitán del equipo, el receptor brasileño Moisés Cezar, que fue considerado el mejor bloqueador de la pasada campaña en la máxima categoría del voleibol nacional, ha explicado que los éxitos del San Roque se deben al “trabajo y la constancia”.
“El San Roque es un equipo que ya lleva 50 años trabajando con muchos jóvenes, cada año tienen jóvenes que salen de la cantera. Es un club que tiene una mentalidad de trabajar muchísimo y los resultados se están viendo con la Superliga, con los patrocinios o con una cantera que crece cada año”, ha señalado a los medios.
A sus 41 años, Cezar sigue rindiendo a un gran nivel, como demostró la pasada campaña, y ha asegurado que, aunque hay muchos que le quieren retirar, “yo no me voy a retirar, estoy ilusionado como los chicos más jóvenes”.
Además, ha apuntado que en la plantilla están “muy ilusionados con esta temporada y, además, con el plus del patrocinador que llegó, y sobre todo, que vamos a disputar competición europea”.
Sobre el desempeño del año pasado, ha reconocido que se ganaron partidos que la gente pensaba que perderían, y que a todos los equipos que recibieron en el pabellón municipal de El Batán “sufrieron” para lograr la victoria, por lo que este año, para repetirlo, necesitan que la afición vuelva a ser “el séptimo jugador” y que les “empuje, ayude e incentive”.
La afición y la cantera son para uno de los fundadores de la entidad, Esteban González, los principales símbolos de la historia del club y ha apostado por lograr esta temporada “como mínimo, revalidar la permanencia” en la Superliga y ver “en qué nivel” está la entidad midiéndose contra el BK Tromso en la Copa Challenge a principios de octubre. EFE