Dakar (EFE).- El presidente de Senegal, Bassirou Diomaye Faye, anunció la noche de este jueves la disolución de la Asamblea Nacional (Parlamento unicameral) y convocó elecciones legislativas para el próximo 17 de noviembre.
“En virtud de las facultades que me confiere el artículo 87 de la Constitución (…) y tras consultar con el Consejo Constitucional (principal órgano electoral del país), disuelvo la Asamblea Nacional y convoco elecciones legislativas el próximo 17 de noviembre”, dijo el mandatario en una declaración televisada.
Con la celebración de comicios anticipados, el Gobierno de Faye, que cuenta con un apoyo minoritario en la cámara, espera obtener una mayoría parlamentaria que le permita aplicar su ambicioso programa económico, centrado en una menor dependencia extranjera.
“El pueblo de Senegal eligió la ruptura”
“El 24 marzo (fecha de las pasadas elecciones presidenciales) el pueblo senegalés eligió la ruptura (…) Este escrutinio histórico fue impuesto por un pueblo que ha elegido el coraje a la resignación. Esto me inspira para nuestro futuro común”, aseguró el presidente.
Faye, quien ganó los comicios presidenciales de este año con mayoría absoluta, defiende la salida de Senegal del franco CFA, una polémica moneda creada en 1945 por Francia (exmetrópoli) y utilizada en ocho países de África occidental, así como la renegociación de los contratos de hidrocarburos con multinacionales.
Asimismo, durante la campaña, Faye abogó por la completa renovación institucional, con la reducción del número de carteras ministeriales, así como la supresión del cargo de primer ministro, con la creación de una Vicepresidencia.
Polémica por la medida
Sin embargo, la instauración de ese nuevo cargo para “asistir” al jefe de Estado y sustituirlo en caso de indisponibilidad o vacancia en el poder implicaría una reforma constitucional y debería ser aprobado por la Asamblea Nacional donde el partido de Faye, Patriotas de Senegal por el Trabajo, la Ética y la Fraternidad (Pastef), solo cuenta con 23 diputados de un total de 165.
Los partidarios del presidente ven esta disolución como una oportunidad para superar los bloqueos actuales, mientras la oposición critica esta maniobra, calificándola de intento de consolidar el poder ejecutivo en detrimento de la representación parlamentaria.