Trump dice que su determinación es incluso más fuerte después de otro intento de asesinato

Miami (EFE).- El exmandatario estadounidense y candidato republicano a las presidenciales, Donald Trump, dijo en un comunicado que “su determinación (por volver a la Casa Blanca) es incluso más fuerte después de otro intento de asesinato”.

En el texto, además, resalta que nunca se rendirá y animó a sus seguidores a votar por él en las elecciones presidenciales del 5 de noviembre.

Este es el segundo mensaje que Trump manda hoy. En el primero indicó que estaba “a salvo y bien”.

La Policía confirma que el detenido por intentar atentar contra Trump tenía un rifle AK-47

Segundo intento de atentado a Trump

El expresidente sufrió su segundo intento de asesinato este verano después de que un individuo, que fue detenido por el Servicio Secreto y no llegó a disparar al mandatario, se aproximara al campo de golf en el que estaba jugando el republicano, armado con un rifle AK-47 con mira telescópica.

El sheriff del condado de Palm Beach, Ric Bradshaw, muestra una fotografía de un fusil tipo AK con mira telescópica y bolsas encontradas por el Servicio Secreto en el Trump International Golf Club en West Palm Beach, Florida (EE.UU.). EFE/Cristóbal Herrera-Uláshkevich

La Oficina Federal de Investigación (FBI, en inglés) confirmó que lo sucedido en el Trump International Golf Club de West Palm Beach, Florida, está siendo investigado como un aparente “intento de asesinato”.

El detenido es un hombre de 58 años llamado Ryan Wesley Routh que ha vivido en Carolina del Norte y en Hawái, según los medios locales.

Los sucesos del 13 de julio

Trump fue víctima de un intento de asesinato el pasado 13 de julio durante un mitin en Butler (Pensilvania), después de que un joven de 20 años le disparó con un fusil hiriéndole en la oreja derecha.

El Servicio Secreto abatió al agresor, quien disparó desde un lugar elevado fuera del recinto, donde una persona del público murió por herida de bala.

El suceso provocó numerosas dimisiones por las fallas de seguridad del evento, incluso la de la entonces directora del Servicio Secreto estadounidense, Kimberly Cheatle.

Cheatle acabó dimitiendo diez días después por los errores en la seguridad en ese encuentro y afirmó que ese intento de asesinato supuso el “mayor fallo operativo” de la agencia “en décadas”.

Tras esto, el Servicio Secreto aprobó un plan para incrementar la seguridad de Trump, que incluye el uso de pantallas de vidrio blindado en sus eventos al exterior.