Nueva York (EFE).- Un tribunal de apelaciones de Estados Unidos confirmó este martes la condena y la sentencia de 20 años de cárcel para la heredera británica Ghislaine Maxwell por facilitar chicas menores de edad al multimillonario Jeffrey Epstein para que este abusara sexualmente de ellas durante una década.
Maxwell había recurrido el resultado del juicio de finales de 2021 en el que la declararon culpable de cinco cargos, incluido tráfico sexual de menores, y que tuvo lugar unos dos años después del suicidio de su antiguo socio y amante, Epstein, mientras este esperaba su propio juicio por esos delitos.
Una corte de apelaciones federal rechazó este martes la apelación de Maxwell, de 62 años, en la que decía estar protegida judicialmente por un acuerdo firmado en 2007 entre Epstein y los fiscales de Florida a raíz de otro caso y también denunciaba que se la había juzgado como si fuera el financiero muerto.
Rechazan apelación de Maxwell, mano derecha de Epstein
No obstante, el tribunal de apelaciones consideró que la condena y sentencia eran “razonables procesalmente” y que el citado acuerdo con los fiscales de Florida solo era vinculante en esa jurisdicción.
“Al no identificar errores en la corte del distrito en este complejo caso, afirmamos la decisión de sentencia del 29 de junio de 2022”, indica el panel en su documento.
Los abogados de Maxwell, que permanece en una prisión de baja seguridad en Florida, dijeron a los medios que planean elevar la apelación a la Corte Suprema de Estados Unidos.
Elegía a las chicas
Durante el proceso, los fiscales alegaron que Maxwell elegía a chicas “menores, bonitas y vulnerables”, con familias en situación difícil, siempre con un padre ausente, y las seducía con su estilo “sofisticado” hasta llevarlas, siempre sin compañía, hasta las mansiones de Epstein.
Cuatro supuestas víctimas dieron su testimonio durante el proceso para narrar cómo Maxwell se había ganado su confianza y cómo las había seducido hasta hacerles caer en las garras del multimillonario, y dijeron que lo hacían para mostrar las heridas que han arrastrado toda su vida.