Beirut (EFE).- El grupo chií libanés Hizbulá denunció este martes que el Ejército israelí ha utilizado proyectiles cargados con munición de racimo, prohibida internacionalmente, contra al menos tres zonas ubicadas en el sur del Líbano, uno de los principales focos de la campaña de bombardeos masiva de Israel en el país.
“Hoy, martes 15 de octubre de 2024, entre las 12.30 y las 14.00 horas (9.30 – 11.00 GMT), el enemigo israelí lanzó cohetes cargados con bombas de racimo prohibidas internacionalmente”, dijo el departamento de medios de Hizbulá en un comunicado, en el que apuntó que las poblaciones afectadas se sitúan en el sur del Líbano.
La formación política y armada indicó que las áreas de impacto fueron Wadi al Hujayr, Jallet Raj y una zona boscosa ubicada al este de la ciudad de Alman.
Daños civiles
Según la organización Human Rights Watch (HRW), las bombas de racimo están prohibidas en todo el mundo porque causan daños a civiles tanto inmediatos como a largo plazo, dejando tras de sí restos sin explotar que actúan como minas terrestres durante años.
Hizbulá denunció que el empleo de estas armas por parte de Israel demuestra “su flagrante desprecio por todos los pactos, normas y leyes internacionales, especialmente en tiempos de guerra”, así como su “incapacidad” de avanzar por tierra en el sur del Líbano, donde a principios de mes inició una invasión.
“Hacemos un llamamiento a las autoridades competentes del Líbano y a las organizaciones internacionales humanitarias y de derechos humanos para que condenen este crimen atroz con todos los estándares, especialmente debido a sus efectos negativos de gran alcance sobre los civiles”, añadió el movimiento chií en la nota.
Organizaciones como HRW y las autoridades libanesas han denunciado en anteriores ocasiones el uso de armas prohibidas por parte de Israel, como el fósforo blanco, una sustancia que cuando se expone al oxígeno provoca una reacción química capaz de causar quemaduras graves que pueden adentrarse hasta el hueso.