Candelaria (Colombia), (EFE).- La indignación en Colombia crece a medida en que se van conociendo más detalles sobre el brutal asesinato de la niña Sofía Delgado Zúñiga, de 12 años de edad, cuyo cuerpo se encontró en un campo de caña de azúcar del municipio de Candelaria (suroeste) 19 días después de su desaparición, reportada el pasado 29 de septiembre.
Por el crimen se le acusó a Brayan Campo, de 32 años, que luego de que se le detuvo como principal sospechoso, confesó a las autoridades el lugar en el que enterró el cuerpo de la niña luego de asesinarla en la veterinaria donde trabajaba en el que además vendía alimentos para perros, gatos, pájaros, conejos y peces.
Sofía Delgado salió de su vivienda, en el caserío Villagorgona, en el departamento del Valle del Cauca, el 29 de septiembre a comprar champú para su mascota.
La niña nunca regresó a su hogar y desde ese día comenzó una exhaustiva búsqueda en la que unieron fuerzas las autoridades, la familia, amigos y conocidos, e incluso espontáneos.
El cuerpo de la niña se encontró el jueves y los restos trasladados al Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses para establecer su plena identidad y hacer otros estudios que permitirán conocer más detalles sobre este atroz crimen.
Colombia rechaza al crimen
La investigación apunta a que Campo, que ya tenía otra acusación por violación sexual de otra menor, habría matado a la niña el mismo día en que la raptó, el 29 de septiembre, y la golpeó con un objeto pesado luego de encerrarla en el local comercial. Por este mismo crimen se detuvo a su esposa Evelyn Julieth Rodas Patiño.
El confeso asesino, que hoy se le imputó por feminicidio agravado, alteración de material probatorio y desaparición forzada, aseguró que ella no tenía nada que ver con lo que ocurrió y por falta de pruebas se le dejó en libertad, según medios locales.
Todos los sectores de la sociedad colombiana han rechazado el crimen y plantean, incluso, reabrir el debate de cadena perpetua para asesinos de niños y adolescentes.
“Las niñas y niños de nuestro país no merecen un mensaje de solidaridad por esta red social cuando sus derechos no son respetados ni protegidos. Los niños merecen que sus sueños no se sigan acabando. No podemos permitir más noticias como la de Sofía”, escribió hoy el presidente colombiano, Gustavo Petro, en su cuenta de X.
No sería el primero
El historial delictivo de Campo indica que violó a otra niña en 2018, pero fue dejado en libertad por vencimiento de términos en el proceso.
Igualmente, las autoridades investigan las versiones de que el mismo día en que Campo secuestró y mató a Sofía también intentó raptar a otra niña, que logró escapar en un descuido del señalado asesino.
“Él le dijo que entrara que le iba a regalar unos collares para perro, la niña entró, y cuando entró le iba a cerrar la persiana de la puerta y la niña se alcanzó a salir. Ella nos contó, y cuando vimos que Sofía no aparecía, llamamos a los de la Sijín y pusimos la denuncia ¿La Policía por qué no actuó rápido sabiendo que ya le habíamos dado indicios?”, expresó una de las primas de la menor que logró escapar, citada por el periódico El Colombiano.
La audiencia
Aunque Campo confesó haber sepultado el cuerpo, al parecer las lluvias de los últimos días, la humedad del terreno y los productos químicos que se utilizan en la tierra para los cultivos de caña ayudaron a acelerar la descomposición de los tejidos blandos.
Además los restos óseos fueron desperdigados por la acción de animales depredadores, lo que dificulta determinar las causas de la muerte de Sofía Delgado.
Por otro lado, los forenses también enfrentar dificultades porque hallaron rastros de calcinación en los huesos.
La audiencia de imputación de cargos avanza este viernes de manera privada por lo que hasta el momento no se sabe si Campo acepte o no los cargos.
Mientras tanto la vivienda de la niña sigue siendo el lugar al que llegan decenas de personas a expresar su pesar y dejar flores y globos blancos en señal de dueño por la niña.