Conocido por su brutal honestidad, su ojo para el talento y por ser la mente maestra que formó One Direction, el productor Simon Cowell abrió su corazón –como pocas veces– tras enterarse de la muerte de Liam Payne, quien perdió la vida al caer desde el balcón de su habitación en un hotel de Buenos Aires, Argentina.
El también juez de reality shows aseguró que quedó «devastado, con el corazón roto y vacío» por el fallecimiento del cantante y compositor de 31 años, quien no tuvo éxito cuando audicionó por primera vez para el programa de Simon, The X Factor, en 2008, pero cuando regresó al programa en 2010 fue puesto en la alineación de One Direction junto a Harry Styles,Zayn Malik, Niall Horan y Louis Tomlinson.