Puerto Príncipe (EFE).- El Ministerio de Justicia de Haití denunció este miércoles que hay amenazas contra la vida del primer ministro, Garry Conille, y de otros funcionarios, por parte de “individuos malintencionados” que actúan en “nombre de ciertos sectores bien definidos”, que buscan sembrar más desorden y pánico en el país, sumido desde hace años en una crisis que afecta prácticamente a todos los sectores.
El Ministerio de Justicia, que dice basarse en informaciones “consistentes y persistentes”, instó a las autoridades judiciales y policiales a “tomar las medidas apropiadas” para garantizar “el respeto del orden y proteger la vida y los medios de subsistencia de todas y cada una de las personas, en particular de los servidores del Estado”, de acuerdo con un comunicado.
Conille, un médico de 58 años, asumió el cargo el 12 de junio en sustitución de Ariel Henry, quien dimitió tras la violencia que estalló en Puerto Príncipe el 29 de febrero, cuando se supo que éste último, que no lo eligieron sino que se designó tras el asesinato del presidente Jovenel Moïse en 2021, planeaba posponer las elecciones hasta agosto de 2025 a pesar de que su mandato ya había expirado el 7 de febrero de 2024.
No cesa la violencia en Haití
La cartera de Justicia afirmó en su nota que el Gobierno “sigue movilizando todos los medios y energías necesarios para contrarrestar las acciones de las bandas criminales que envenenan la vida cotidiana de los ciudadanos con sus actos terroristas y aleatorios”.
Asimismo, instó a la población “a mantener la calma y la serenidad” y seguir respaldando a las fuerzas de seguridad nacionales, apoyadas por la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad (MMAS) “en sus incansables esfuerzos por restablecer la paz y la seguridad pública” en todo el país.
Pese a la presencia de los primeros miembros de la misión multinacional, liderada por Kenia y con el visto bueno de la ONU, la violencia no cesa en Haití, cuya situación se agravó tras el asesinato del presidente Moise por un grupo de mercenarios, en su mayoría colombianos, en su residencia privada de la capital.
Según la Oficina Integrada de Naciones Unidas en Haití (BINUH), en el primer semestre del año se registraron unas 3.900 víctimas entre muertos y heridos, después de que 2023 cerrara con unas 8.000 víctimas.