Washington (EFE).- Israel “no está haciendo lo suficiente” para mejorar la situación humanitaria en la Franja de Gaza, aseguró este jueves el secretario de Defensa de EE.UU., Lloyd Austin, en una conversación telefónica con el ministro israelí de Defensa saliente, Yoav Gallant.
“No, no se está haciendo lo suficiente. Creo que está claro que la situación humanitaria en Gaza sigue siendo grave. Es algo de lo que el secretario Austin habló con el ministro Gallant”, afirmó la subsecretaria de prensa del Pentágono, Sabrina Singh, en una comparecencia.
“Grave situación humanitaria” en Gaza
Durante esta charla telefónica, Austin resaltó que Estados Unidos seguirá insistiendo en la importancia de “adoptar medidas inmediatas” para abordar la “grave situación humanitaria” en el enclave palestino, en donde tan solo entraron 990 camiones de ayuda humanitaria en el mes de octubre, el número más bajo en todo 2024, según cifras de Naciones Unidas.
En este sentido, Singh resaltó que, si bien Gallant se mostró “muy favorable” respecto a permitir la entrada de esa ayuda humanitaria, “se necesita que entre más y que se abran más cruces”.
“Hace unas semanas, mencioné que estamos viendo más movimiento en el cruce de Erez -uno de los principales puntos de entrada de ayuda humanitaria a la Franja-. Eso es positivo, pero no es suficiente”, afirmó la funcionaria estadounidense.
El diálogo entre Lloyd y Gallant se produjo el mismo día en que más de 2.200 palés con ayuda humanitaria para Gaza, incluidos alimentos, agua, material sanitario o de higiene, fueron descargados en el puerto israelí de Asdod para ser transportados en más de 300 camiones hasta los cruces de Erez Oeste y Kerem Shalom, ubicados en el norte y sur de la Franja, respectivamente.
No hay suficiente material
Los organismos encargados de introducir ayuda y distribuirla en el enclave, como la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA) o Médicos Sin Fronteras, llevan meses alertando de que no está entrando suficiente material en el enclave, donde la gran mayoría de la población vive hacinada en tiendas de campaña sin electricidad ni agua corriente.
El pasado 13 de octubre, el secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, y el secretario de Defensa Austin dieron 30 días a Israel para “aumentar todas las formas de asistencia humanitaria” en la Franja, en una carta dirigida a Gallant y al ministro de Asuntos Estratégicos, Ron Dermer, dando a entender que la asistencia militar al país estaba en juego.
Desde entonces, las autoridades israelíes suelen informar de la entrada de cientos de camiones al enclave cada semana, cifras que no tienen en cuenta qué parte de esa ayuda es recogida y distribuida por los organismos internacionales, que se tienen que enfrentar a las bombas israelíes y al pillaje de una población desesperada para transportar lo poco que sobrevive a las inspecciones en los controles.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, anunció el cese de Gallant la noche del martes, después de meses de rumores sobre su intención de librarse de uno de los ministros con mayor poder y que más le han llevado la contraria en asuntos como la gestión de la guerra en Gaza.