Trump ya recibe informes de inteligencia mientras dura la transición de poderes

Washington (EFE).- El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, comenzó ya a recibir informes de inteligencia y seguridad nacional mientras dura la transición de poderes, que concluirá el próximo 20 de enero con su investidura, informó este martes el diario The Washington Post.

Las sesiones sobre información clasificada las lleva a cabo la Oficina del Director Nacional de Inteligencia, que supervisa el trabajo de múltiples agencias, entre ellas la CIA.

Trump comenzó a recibir esos informes pocos días después de ganar las elecciones del pasado 5 de noviembre, según informaron al rotativo de la capital estadounidense funcionarios que hablaron bajo condición de anonimato.

La Oficina del Director Nacional de Inteligencia argumentó que informar de estos asuntos al presidente electo del país forma parte de una tradición que se remonta a 1952.

El equipo de transición de Trump fue contactado por el Post pero no respondió a una solicitud de comentarios sobre este asunto.

La historia de Trump y los informes de inteligencia

El republicano rechazó participar en reuniones informativas de inteligencia durante la campaña electoral, explicando que temía que los demócratas lo acusaran de filtrar secretos clasificados.

El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, en una fotografía de archivo. EFE/Cristóbal Herrera
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, en una fotografía de archivo. EFE/Cristóbal Herrera

“Vienen, te ofrecen una reunión informativa, y luego días después, la filtran, y entonces dicen que tú la filtraste”, explicó Trump en agosto al tabloide británico Daily Mail. “Así que la única manera de resolver ese problema es no aceptarla”, agregó.

Trump, que ya presidió el país entre 2017 y 2021, tiene algunos antecedentes de mal manejo de información clasificada.

En 2017, poco después de asumir el cargo, reveló documentos confidenciales de una prueba de un misil balístico de Corea del Norte durante una cena con el primer ministro japonés, Shinzo Abe, mientras los invitados estaban tomando fotos de los líderes.

Después de dejar la Casa Blanca, se llevó a su mansión privada de Mar-a-Lago, en Florida, centenares de documentos clasificados que se negó a devolver a las autoridades, motivo por el que se le imputó en un caso penal ante un tribunal federal.