La embajadora de EE.UU. ante ONU califica de “éxito” su mandato y se dice escéptica con Trump

Por Guillermo Azábal |

Naciones Unidas (EFE).- La embajadora de EE.UU. ante la ONU, Linda Thomas-Greenfield, calificó hoy como un “éxito” sus cuatros años de mandato y tildó de “impredecible” si la nueva Administración Trump seguirá una línea continuista en política exterior.

“Lo que puedo decir es que no puedo predecir cuáles serán las políticas de la nueva administración (…). Cuáles serán sus políticas (de Donald Trump), no lo sabremos hasta que se pongan en marcha”, aseguró Thomas-Greenfield en una rueda de prensa a modo de cierre de su paso por Naciones Unidas.

Asimismo, la aún embajadora estadounidense ante la ONU se reafirmó en que durante los últimos cuatro años ha tenido “éxito” trabajando “diligentemente para reconstruir alianzas y reafirmar el liderazgo de EE.UU. en Naciones Unidas y en todo el mundo”.

¿Quién es la nueva embajadora de EE.UU. ante ONU?

A partir del 20 de enero, será Elise Stefanik quien tome el testigo como embajadora ante la ONU después de que Trump eligiera semanas atrás a esta congresista neoyorquina para tal cargo.

Stefanik, de 40 años, ha sido una ferviente partidaria de Trump y ganó importancia el año pasado cuando interrogó a los presidentes de las universidades sobre el supuesto antisemitismo en los campus durante una audiencia en la Cámara de Representantes.

Elise Stefanik, en una fotografía de archivo. EFE/EPA/Will Oliver

La frágil tregua en Líbano, “logro” para Thomas-Greenfield

Entre algunos de sus supuestos logros recientes, Thomas-Greenfield citó la mediación para el alto el fuego en Líbano entre la milicia chií Hizbulá e Israel, así como sus intentos de una tregua entre Hamás y el Estado judío.

Sobre esta última, la diplomática estadounidense dijo: “Las negociaciones continúan y esperamos que conduzcan a un acuerdo que ponga fin al sufrimiento del pueblo palestino y devuelva a los rehenes a sus familias”.

Sin embargo, la administración saliente de Joe Biden no se ha distinguido precisamente por su ecuanimidad en el conflicto palestino, y en la práctica siempre ha evidenciado que la relación entre Estados Unidos e Israel está “blindada” a cualquier precio.

De hecho, EE.UU. ha vetado hasta en cuatro ocasiones desde que empezó la guerra en Gaza resoluciones del Consejo de Seguridad que pedían un alto el fuego en el enclave palestino.

Esta posición ha revelado el aislamiento internacional de EE.UU. -cada vez más en entredicho por parte del llamado Sur Global- al oponerse frente al resto de votos favorables y la abstención de países como Reino Unido y Suiza, tal como ocurrió en noviembre.

Sin resultados en la reforma del Consejo de Seguridad

Otro de los asuntos más acuciantes para los países miembros durante los últimos años ha sido la reforma del Consejo de Seguridad, un organismo criticado por su supuesta estructura obsoleta y por la falta de representación de regiones como África; lo que ha socavado la credibilidad del organismo y su legitimidad.

Sobre esta reforma, que para muchas naciones también pasa por revisar el poder de veto de potencias como EE.UU., tampoco ha habido resultados determinantes durante el mandato de Thomas-Greenfield.

“Eso es algo que tendrá lugar en el sistema de la ONU y esperamos que conduzca a un proceso que nos lleve más lejos de lo que hemos llegado en los últimos años”, sostuvo la embajadora estadounidense.

El Consejo de Seguridad, compuesto por 15 miembros, incluye cinco permanentes con poder de veto (China, Francia, Rusia, el Reino Unido y los Estados Unidos), mientras que los 10 asientos no permanentes restantes se asignan regionalmente.