El panadero más querido del barrio

Nació en París y desde muy pequeño sintió un amor profundo por lo que después se convertiría en su oficio. “Desde chiquito acompañaba a mi mamá a la panadería y me comía en el camino la mitad de una baguette: he llevado toda mi vida un afecto por lo que es el pan, todo el pan: el de dulce, el salado, la baguette, el pan campesino, todo lo conocí desde cuando niño», dice Sergio Roterman al otro lado de la mesa en la que conversamos mientras en el horno se llevan a cabo los proceso de cocción.