Quito (EFE).- La misión de observación electoral de la Unión Europea (UE) en Ecuador descartó de manera «tajante» que haya habido un «fraude» en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales que dieron el triunfo al presidente Daniel Noboa, reelegido para el periodo 2025-2029, frente a la candidata correísta Luisa González, que no aceptó los resultados y exigió un recuento de votos.
«Todo ha discurrido con absoluta normalidad y no hay ningún elemento que pueda avalar ese relato de fraude en estas elecciones», señaló este martes en una rueda de prensa el jefe de la misión electoral de la UE, el eurodiputado español Gabriel Mato, al presentar su informe preliminar.
Mato fue enfático al reiterar que no han tenido «ni un solo elemento objetivo que indique que ha habido fraude», después de que el Consejo Nacional Electoral (CNE) haya escrutado el 99,3 % y haya determinado que Noboa recibió el 55,6 % de los votos válidos, frente al 44,4 % de González.

El jefe de la misión apuntó que la segunda vuelta de las presidenciales de Ecuador tuvieron una «jornada electoral transparente y bien organizada que desmiente las narrativas de fraude pero con la necesidad de afrontar reformas», pues incidió en que el proceso tuvo «desequilibrios».
Entre ellas, Mato consideró que el asunto de la licencia que debía pedir el presidente para el periodo de campaña electoral, y que Noboa se rehusó a solicitar para a cambio notificar «ausencias» del cargo en los días donde realizaba actividades proselitistas, «no ha sido un asunto bien resuelto y requiere una reflexión para futuros procesos».
«Es necesario evitar confundir papeles de candidato y presidente que tienen que estar perfectamente delimitados», incidió.
La UE recomienda más transparencia en la financiación
El eurodiputado también advirtió que la financiación de las campañas de los candidatos «es un elemento a mejorar» y comentó que la cobertura en medios de comunicación nacionales ha tenido un tratamiento desigual entre ambos candidatos, mientras que «las redes sociales adolecen de una regulación más efectiva para evitar la desinformación y para garantizar también la equidad», pues «es difícil verificar la identidad de anunciantes y la cantidad invertida».
«La desinformación, muchas veces amplificada por anuncios pagados, es una asignatura pendiente. Algunos elementos son la ya narrativa de fraude que rechazamos tajantemente», apuntó.
Preguntado por el cambio de hasta 24 recintos electorales a causa de inundaciones en diversas zonas, Mato afirmó que «no tuvo especial trascendencia» ya que estos se dieron desde el 24 de febrero y solo dos tuvieron que ser modificados a pocos días de la votación, con nuevos emplazamientos que como máximo estaban a una distancia de menos de 2 kilómetros.

Sobre la prohibición impuesta en esta segunda vuelta de votar con el teléfono en la mano para evitar posibles extorsiones a electores, el jefe de la misión de la UE en Ecuador comentó que no hubo circunstancias que reseñar en su aplicación.
«Fue una jornada tranquila, con alta presencia de representantes de los dos partidos políticos que pudieron seguir toda la jornada y el recuento con total libertad y sin restricciones pese a los temores infundados de la vigencia del estado de excepción en algunas zonas del país», concluyó.
Las denuncias de fraude
Por su parte, el jefe de la delegación de observadores del Parlamento Europeo, Nacho Sánchez Amor, advirtió que las denuncias infundadas de fraude «hacen un año enorme a su institucionalidad».
«Esas acusaciones de fraude nunca se traducen en acusaciones formales con pruebas y procedimientos jurídicos. Dejen de utilizar el fraude como un elemento normalizado de la campaña electoral. No hemos observado fraude porque tampoco se han llevado las denuncias a los procedimientos establecidos», comentó Sánchez Amor.
El eurodiputado del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) criticó que la élite política ecuatoriana «da la impresión de vivir en otro país» y lamentó que «algunas argumentaciones (sobre las acusaciones de fraude) dejaban mucho que desear, como justificar la denuncia en que el resultado no es igual al que reflejaban las encuestas o los sondeos a boca de urna.

«Lo que vale es el voto, no una encuesta o un ‘exit poll’. Lo mismo pasó en la primera vuelta. No se produjeron los resultados que decían las encuestas y los ‘exit polls’. En estas elecciones no ha habido ningún fraude sistemático, y como se demuestra a que luego nadie se atreve a presentar pruebas», finalizó.
Esta fue la primera misión de observación electoral de la UE en Ecuador y estuvo compuesta por más de cien personas, la delegación más grandes de observadores junto a los que alrededor de 80 que desplegó la Organización de Estados Americanos (OEA). EFE
La OEA alerta posible mal uso de recursos en Ecuador
Por otro lado, la Misión de Observación Electoral de la Organización de Estados Americanos (MOE/OEA) mostró este martes su preocupación por indicios sobre el uso de recursos públicos y del aparato estatal con presuntos fines proselitistas durante la campaña para los comicios en los que el presidente de Ecuador, Daniel Noboa, logró la reelección hasta 2029.
Tras destacar el ambiente de tranquilidad en que se desarrollaron las elecciones del pasado domingo, en su informe preliminar, la MOE/OEA apuntó que «observó con preocupación que el proceso electoral estuvo marcado por condiciones de inequidad durante la campaña, así como por indicios sobre el uso indebido de recursos públicos y del aparato estatal con fines proselitistas».
El correísmo denuncia «irregularidades» en las elecciones de Ecuador aunque la OEA avala los resultados
«Estas prácticas afectan la competencia en la contienda y erosionan la confianza ciudadana en las instituciones democráticas», advirtió tras los comicios en los que la oposición criticó a Noboa por no haber pedido licencia sin sueldo, como establece la ley, para hacer proselitismo, y en su lugar solo se haya ausentado unos días del cargo para dedicarse a la campaña específicamente.
En el informe preliminar de 49 páginas la misión valora «la participación pacífica, decidida y contundente» de la ciudadanía durante el balotaje que, en un contexto «desafiante», se expresó «con claridad sobre quién debe conducir el país» hasta 2029.
El informe recoge la negativa de la candidata del correísmo, Luisa González, a reconocer los resultados, luego de que el Consejo Nacional Electoral (CNE) felicitase a Noboa por el triunfo tras haberse escrutado el 90,38 % de las actas, que deban una «tendencia irreversible» que le favorecía con el 55,93 % de los votos en comparación con González, con el 44,07 %.
La OEA confía en los resultados
Al día siguiente de los comicios, la MOE/OEA emitió un comunicado en el que expresó su confianza en los resultados del CNE, que coincidían con su propia información compilada.
Además, anotó que el equipo de la Misión realizó un cotejo de actas en las mesas observadas y pudo verificar coincidencia entre las actas transmitidas, las recibidas por los partidos y las que se devuelven en el paquete electoral.
La Misión recordó su apertura a recibir documentación «en caso de que cualquier actor lo considerara pertinente», pero anotó que al cierre de su informe preliminar, la alianza política que respalda a González, no había presentado la documentación que respalde sus preocupaciones o que demuestre irregularidades generalizadas que pusieran en duda los resultados electorales anunciados por el CNE.
La MOE/OEA subrayó que permanece abierta a recibir toda documentación que las agrupaciones políticas consideren pertinentes.
Licencia sin sueldo
La Misión señaló que la ausencia de directrices por parte de las autoridades competentes, incrementó la tensión y desconfianza entre actores políticos y ciudadanos en Ecuador, país que testificó que Noboa no pidió licencia durante los períodos completos destinados a la campaña electoral.

Ese hecho «impactó en la equidad de la campaña electoral y debilitó la institucionalidad del Estado», dijo la MOE/OEA al mencionar decisiones del Ejecutivo, basadas en interpretaciones constitucionales unilaterales que generaron «serias dudas sobre su validez jurídica», como las «designaciones» en la Vicepresidencia y los «encargos» de la Presidencia con base en «ausencias temporales».
Durante la campaña, la vicepresidenta electa en las urnas Verónica Abad, ahora suspendida, reclamó su derecho a suceder a Noboa, pero el gobernante encargó, por decreto, la Vicepresidencia a su Secretaria de la Administración, Cynthia Gellibert, a quien delegó sus funciones, un hecho que luego fue declarado inconstitucional.
«Desde el inicio de su mandato, la vicepresidenta Abad ha enfrentado múltiples limitaciones para ejercicio sus funciones, así como acciones que han buscado su destitución», señala la MOE/OEA.