Anne Hathaway ha sido durante años un referente de elegancia, estilo y talento. Pero además de su impecable sentido de la moda y su presencia en pantalla, hay un detalle en ella que nunca pasa desapercibido: su piel. A sus 42 años, la actriz luce un cutis firme, luminoso y visiblemente saludable que ha despertado la curiosidad de sus fans (y de la industria de la belleza) por igual.
Más allá de los buenos genes o los filtros de Instagram, Hathaway tiene un aliado que ha sido clave en su glow permanente: Su-Man Hsu, facialista de origen taiwanés que ha trabajado con ella durante más de una década y que ha comptartido algunos de sus mejores secretos.