Ginebra (EFE).- Hasta 410 palestinos han sido asesinados desde el 28 de mayo por el ejército israelí en puntos de distribución de alimentos organizados por la polémica Fundación Humanitaria de Gaza, y otros 93 murieron cuando intentaban acceder a la escasa ayuda distribuida por la ONU y otras organizaciones humanitarias, denunció este martes la Oficina de Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
Asesinato de civiles desarmados
«El ejército israelí deber dejar de disparar a las personas que intentan conseguir comida e Israel ha de permitir la entrada de alimentos y ayuda humanitaria respetando el derecho internacional», señaló en rueda de prensa el portavoz de la oficina, Thameen Al-Kheetan, quien recordó que el asesinato de civiles desarmados es un crimen de guerra.
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Al borde de la hambruna
Al-Kheetan agregó que la Franja continúa al borde de la hambruna como consecuencia del bloqueo impuesto por Israel desde principios de marzo, impidiendo casi al completo la llegada de alimentos con excepción de los distribuidos por la citada Fundación Humanitaria de Gaza, con la que Naciones Unidas y otras organizaciones internacionales rechazan colaborar.