Con la llegada del calor, el perfume se convierte en un aliado para refrescar y expresar nuestra personalidad. En 2025, las tendencias apuntan a fragancias que mezclan notas cítricas como el yuzu o la mandarina, con acordes marinos y matices gourmand, que aportan un aire moderno y sofisticado sin perder la ligereza que exige el verano.