Aumentar el metabolismo basal, o el gasto energético en reposo, puede ser beneficioso para aquellas personas que buscan controlar su peso.
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El metabolismo es el conjunto de reacciones químicas mediante las cuales el cuerpo transforma los alimentos y las bebidas en energía. Esta energía se utiliza en procesos fisiológicos como la respiración, la circulación sanguínea, la regulación de la temperatura, la contracción muscular, la digestión de alimentos y nutrientes, la eliminación de desechos, el funcionamiento de los diferentes órganos y la reparación, regeneración o recambio de tejidos, entre otros.
El Dr. Carlos Ulloa, miembro del Consejo Consultor de Nutricionistas de Herbalife, explica que hay varios factores que pueden influir en la tasa metabólica basal, es decir en la cantidad de calorías utilizadas por el cuerpo para mantener sus funciones vitales: “variables como el sexo, la edad, la composición corporal, la actividad física, genética, etc. hacen que cada individuo tenga un metabolismo distinto”, añade el especialista.
¿Se puede aumentar el metabolismo basal?
Aumentar el metabolismo basal, o el gasto energético en reposo, puede ser beneficioso para aquellas personas que buscan controlar su peso. Una forma efectiva de aumentar el metabolismo es desarrollando más masa muscular. El músculo es un tejido que consume mayor energía que la grasa. Por lo tanto, si logramos disminuir la grasa corporal y aumentar la masa muscular, se consumirán más calorías en reposo. Esto puede alcanzarse mediante el ejercicio físico de resistencia que ayuda a desarrollar los músculos.
Además, el experto de Herbalife explica que hay varias maneras de mantener saludable el metabolismo y detalla algunas recomendaciones a continuación:
1.Nutrición adecuada: proporcionar los nutrientes necesarios en calidad, frecuencia y cantidad para que el cuerpo pueda realizar adecuadamente las funciones de cada órgano.
2. Hidratación: mantener una buena hidratación a través de agua y electrolitos para asegurar un buen funcionamiento corporal.
3. Actividad física: practicar alguna actividad física, ya sea recreativa, competitiva o de bienestar, para salir del reposo y el sedentarismo.
4. Evitar sustancias dañinas: reducir el consumo de sustancias que pueden deteriorar el organismo, como el alcohol y las grasas saturadas.
5. Descanso: dormir de 6 a 8 horas por noche para permitir que el cuerpo realice los procesos de reparación y recuperación de tejidos.
6. Bienestar emocional: mantener una actitud positiva y evitar situaciones que generen conflicto, pues el estrés prolongado provoca la liberación de cortisol, una hormona que puede ralentizar el metabolismo y promover el almacenamiento de grasa.
De esta forma e implementando estos hábitos podría mantener un metabolismo activo, mejorar su calidad de vida y salud en general. Recuerde visitar a su médico de cabecera para tener asesoría personalizada.
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