Bangkok (EFE).- Paetongtarn Shinawatra juró este domingo el cargo como primera ministra de Tailandia, dos días después de que el Parlamento la eligiera tras la destitución esta semana de su predecesor, Srettha Thavisin, por orden del Tribunal Constitucional.
Paetongtarn, quien cumple 38 años el miércoles, se convirtió en la mandataria más joven del país y la segunda mujer en ocupar el cargo, tras su tía Yingluck (2011-2014).
La dirigente también es el tercer miembro del influyente clan Shinawatra en coger las riendas del Ejecutivo tailandés, después de su padre Thaksin (2001-2006) y la hermana menor de este, cuyos gobiernos se apartaron del cargo en sendas sublevaciones militares.
Paetongtarn Shinawatra y su nombramiento
Vestida con el uniforme blanco oficial para la ceremonia de su nombramiento oficial en Bangkok, Paetongtarn escuchó la aprobación del rey Vajiralongkorn, un mero formalismo y leído por el secretario de la Cámara de Representantes, Apat Sukhanand.
La joven, que acudió acompañada de su padre, rindió homenaje frente a un retrato del monarca y, en un breve discurso, se comprometió a “cumplir su deber” y escuchar la opiniones de los legisladores en aras de dar “estabilidad” a Tailandia.
Paetongtarn llegó al poder después de que Srettha, con el que comparte partido (Pheu Thai), se destituyera el miércoles tras menos de un año en el cargo en una controvertida decisión del conservador Tribunal Constitucional por un caso curiosamente vinculado a Thaksin.
La corte consideró que Srettha vulneró un código ético al nombrar en abril como ministro de Finanzas a un abogado condenado por intento de soborno, en un caso que concernía al patriarca de los Shinawatra.
El Parlamento la nombra con 319 votos
El viernes, tras 48 horas de frenéticas cábalas políticas, Paetongtarn recibió de manera holgada el apoyo de 319 de 493 miembros del Parlamento para ocupar el cargo de primera ministra.
Curiosamente, el nombramiento de la tercera hija de Thaksin coincide con el primer día de libertad de influyente exmandatario tras confirmarse el sábado de que recibió un indulto del rey que le permitía saldar la condena de un año de cárcel por delitos de corrupción que cumplía desde el 22 de agosto, el día en que el patriarca regresó a Tailandia tras 15 años de exilio autoimpuesto.
Thaksin, quien no llegó a pasar una noche en prisión y recuperó su libertad condicional tras estar seis meses bajo custodia en un hospital capitalino, se enfrenta ahora a una acusación por lesa majestad, que se castiga con entre 3 y 15 años de prisión, con una vista judicial programada para el lunes y destinada a que las partes presenten su lista de testigos y pruebas.
Conforme a la denuncia, Thaksin acusó al Consejo Privado de la Casa Real de Tailandia, el órgano que asesora al rey, de organizar el golpe de Estado militar de 2014 que derrocó al Gobierno de Yingluck, durante una entrevista publicada en 2015 por un medio surcoreano.
El regreso de Thaksin, el mismo día en que fue elegido el ya destituido Srettha, escenifica la aparente reconciliación entre el exmandatario y la élite promonárquica y promilitar que lo derrocaron mediante un golpe de Estado militar en 2006.