Zaragoza (EFE).- Las estaciones de Astún y Candanchú quedarán unidas a partir de otoño de 2026 con una telecabina que permitirá recorrer 3,6 kilómetros y pasar de 1.565 a 2.022 metros de altitud en 12 minutos, con una inversión de 35 millones de euros.
En estos momentos se están perfilando los pliegos para la licitación, que llevará a cabo la Mancomunidad Alto Valle del Aragón y que se publicará durante los próximos días para que las obras estén adjudicadas a finales de noviembre, según ha explicado en la rueda de prensa de presentación del proyecto la directora gerente de Turismo de Aragón, María Jesús Gimeno.
El gobierno autonómico destina veintidós millones de euros de fondos propios a este proyecto, que cuenta también con diez millones de fondos europeos y de otros tres que aporta la Diputación Provincial de Huesca.
Cómo será la telecabina
Gimeno ha explicado las características técnicas de un proyecto que tendrá una capacidad máxima de 2.400 personas por hora cuando esté concluido y que plantea un teleférico de movimiento unidireccional con telecabina monocable con pinza desembragable.
Superará 700 metros de desnivel desde la parte baja, junto al aparcamiento de Candanchú, hasta Astún, en la zona de llegada del telesilla Pastores. El punto de giro del trazado entre las dos estaciones se ubicará sobre el dique de contención de avalanchas que hay al este de la subestación eléctrica de transformación de Candanchú para evitar el cruce de dos líneas de media tensión.
La estructura constará de diecinueve torres distribuidas en dos tramos, siete en el primero y doce en el segundo, y tres estaciones.
El embarque y desembarque de viajeros se realizará de momento en las estaciones terminales, mientras que en la intermedia se producirá el giro de las cabinas sin apertura de puertas, aunque se plantea la posibilidad de embarque y desembarque en un futuro.
Un proyecto en tres fases
El proyecto se plantea en tres fases, la primera de las cuales será la que estará operativa en otoño de 2026, con veinticuatro cabinas y una capacidad de seiscientas personas por hora.
La segunda fase se prevé a partir de 2030, cuando se duplicará el número de cabinas. La última estará lista en 2030 con 96 cabinas a una velocidad máxima de seis metros por segundo y ya con la capacidad máxima para la que está diseñado el sistema.
Gimeno ha explicado que, según el plan de viabilidad, se calcula que a partir del tercer año de funcionamiento usarán la telecabina entre 24.000 y 36.000 visitantes cada año, cifra que seguirá aumentando hasta los 45.000 vel décimo año.
Se prevé, ha añadido, un incremento de entre un 0,3 % y un 1,2 % más de esquiadores, mientras que los visitantes de verano podrían crecer entre un 6 % y un 12 %.
Impacto en el empleo
En cuanto al impacto económico directo, Gimeno ha hablado de entre dos y cuatro millones en una primera fase y de entre tres y cinco en el tercer año de funcionamiento, con un impacto indirecto que podría oscilar entre tres y seis millones y medio en función de si se toma como referencia el escenario más pesimista o el más optimista.
Además, se crearán entre 22 y 51 empleos director con una repercusión indirecta de entre 28 y 65.
Impulso al turismo
A la presentación del proyecto también ha asistido el consejero de Medio Ambiente y Turismo, Manuel Blasco, quien ha recordado que este proyecto de unión de las estaciones está incluido en el Plan Pirineos, una apuesta del actual ejecutivo, ha dicho, que pretende “modernizar la oferta de nieve y desestacionalizar el turismo para que el Pirineo tenga más meses de temporada alta”.
El presidente de la Diputación Provincial de Huesca, Isaac Claver, ha insistido en el carácter “estratégico” del proyecto, especialmente para el Valle del Aragón pero también para toda la provincia, porque ayudará a crear empleo y asentar población.
Finalmente, el presidente de la Mancomunidad del Alto Valle del Aragón, Álvaro Salesa, ha manifestado que el proyecto contribuirá a la desestacionalización del turismo y a la dinamización de la economía del territorio e impulsará el turismo de naturaleza durante todo el año de una forma constante y no sujeta a picos de demanda.
Además, ha agregado, irá acompañado de medidas sociales impulsadas por los municipios y el Gobierno de Aragón y otras administraciones en política de vivienda de alquiler para trabajadores y residentes.