La Ciudad de México se llenó de energía, emoción y glamour con la llegada de la Fórmula 1, y Banorte, fiel a su compromiso de ofrecer experiencias memorables, sorprendió a todos sus invitados al transformar su espacio en el codiciado paddock, convirtiéndolo en una zona de lujo donde cada detalle fue cuidadosamente planeado para ofrecer una experiencia que iba más allá de una simple visita al Gran Premio. Desde la decoración, hasta el servicio, Banorte creó un ambiente exclusivo en el que sus invitados disfrutaron al máximo de la pasión por la velocidad, el estilo único y el emocionante espíritu del GP de México. Una vez más, Banorte destacó con este evento especial que estuvo lleno de momentos únicos que solo el mejor anfitrión puede ofrecer en uno de los eventos deportivos más esperados del año.