Comerciantes de Izazaga 89 acusan competencia desleal de empresarios asiáticos

Comerciantes mexicanos de la Plaza Izazaga 89 acusan competencia desleal por parte de empresarios asiáticos, lo que ha afectado sus ventas.

En noviembre pasado, la plaza fue objeto de un operativo de autoridades federales contra la piratería y contrabando.

Si bien fue clausurada, este marzo fue reabierta, pero no todos sus locatarios regresaron.

Rosa González adjudicó su quiebre a la competencia desleal de empresarios asiáticos.

La exlocataria contactó a sus clientes para conocer el motivo de su ausencia, recibiendo como respuesta que los chinos les ofrecen precios mucho más baratos.

Un control de videojuego, que a nosotros nos lo dejaban a 200 y nosotros lo podíamos dejar a 250, o hasta 300, ahora a esos clientes de nosotros se los ponen hasta en 30 pesos o 40 pesos, más abajo de ese tope de 200″, señaló.

La comerciante detalló que el problema comienza desde la entrada de contenedores en los puertos del país, además de que los empresarios asiáticos promueven a México como un destino de inversión, prometiendo grandes oportunidades de venta en locales espaciosos.

Ellos tienen una tabla que por contenedor pagan 130 mil pesos, y nosotros pagamos 350 mil y no, no era redituable”, expuso.

De acuerdo con En Punto, en los puertos de Manzanillo y Lázaro Cárdenas se cobra entre 140 mil y 250 mil pesos por contenedor a los empresarios asiáticos, dependiendo de la mercancía.

Es de destacar que productos como refacciones, electrodomésticos y herramientas no cuentan con permisos de Cofepris ni los sellos de las Normas Oficiales Mexicanas.

Nosotros por importar necesitamos  una norma, cada norma nos cuesta 20 mil anualmente… Estamos diciendo que aparte de meter un contenedor, tenemos que meter de tres a cuatro o cinco normas, es decir 100 mil pesos más que se incrementa”, acusó Rosa González.

Tras el operativo en noviembre pasado, empresarios asiáticos que volvieron a la Plaza Mart de Izazaga 89 incorporaron etiquetas con el nombre de su empresa, tipo de producto, modo de uso e ingredientes, pero aún carecen de sellos visibles que certifiquen el cumplimiento de los parámetros de venta.

Tampoco aceptan pagos con tarjeta o transferencia y siguen sin ofrecer prestaciones de ley a los empleados.

Al respecto, la comerciante Rosa González refirió que los asiáticos recurren a la contratación de migrantes venezolanos, colombianos y hondureños, entre otros, para que no les exijan el Seguro Social, por ejemplo.

Con información de N+