Santiago de Chile (EFE).- La conmemoración del quinto aniversario del estallido social en Chile congregó este viernes de manera pacífica a cientos de personas en el centro de Santiago, pero también dejó algunos incidentes aislados y enfrentamientos entre encapuchados y las fuerzas de seguridad.
Los manifestantes se reunieron en la céntrica Plaza Italia, epicentro de la ola de protestas que en 2019 sacudió al país y que pusieron contra las cuerdas a la institucionalidad chilena.
Claman justicia para víctimas durante el estallido
Con pancartas con mensajes como “No borrarán la sangre de los que aquí cayeron” o “Los ojos del pueblo exigen justicia y dignidad”, los manifestantes recordaron a la treinta de personas que murieron durante aquellas marchas y a los miles de heridos -entre ellos más de 200 mutilados oculares- a manos de las fuerzas de seguridad.
La ONU y distintas organizaciones de derechos humanos acusaron a las fuerzas de seguridad de violaciones a los derechos humanos y los altos mandos policiales de entonces están siendo juzgados.
Ecos del trauma
La Coordinadora de Víctimas de Trauma Ocular confirmó el suicidio de uno de sus integrantes y exigió en un comunicado “justicia y reparación” para todas las víctimas.
“Basta de impunidad, no pueden seguir sucediendo estos hechos. ¿Cuántos compañeros más tendremos que perder? Seguimos siendo víctimas de un estado indolente”, añadieron.
Un par de horas después del inicio de la concentración, un grupo de encapuchados prendió algunas barricadas y mantuvieron choques con agentes del cuerpo policial de Carabineros.
“Carabineros de Control de Orden Público hace uso de sus medios disuasivos para restablecer el orden público en el sector de Plaza Italia producto de graves desórdenes”, informó la institución en su cuenta de X.
El estallido, que derivó en dos procesos constituyentes fallidos, comenzó como un reclamo contra el alza en el precio del boleto de metro y se convirtió en un clamor transversal por un modelo económico más justo y mayores derechos sociales.
Chile afronta este nuevo aniversario inmerso en un intenso debate entre quienes consideran que las demandas que sacaron a miles de personas a las calles siguen vigentes y quienes criminalizan las protestas y las tildan de “estallido delictual”.