Jerusalén (EFE).- Un palestino de 18 años murió en la noche del lunes en el hospital después de que el Ejército israelí le pegara un tiro en la cabeza en la localidad de Dura, al sur de Hebrón -en la parte meridional de Cisjordania ocupada-, según anunció esta madrugada el Ministerio de Sanidad palestino.
El fallecido, el joven Mahmud Ibrahim Al Haroub, recibió un tiro en el ojo y la bala se le alojó en la cabeza, según informó la agencia palestina de noticias Wafa, lo que terminó acabando con su vida cuando se encontraba en el hospital.
“Las fuerzas de ocupación (israelí) irrumpieron en la ciudad, lo que provocó enfrentamientos durante lo cuales los soldados dispararon munición, granadas paralizante y gas venenoso contra los jóvenes”, recogió Wafa.
Durante la incursión israelí dos jóvenes resultaron heridos de bala, mientras que más de una decena de personas fueron atendidas por paramédicos en el terreno con síntomas de asfixia por la inhalación de gases.
El otro herido recibió un tiro en la pelvis y también fue trasladado al hospital, si bien no se han producido actualizaciones sobre su estado de salud.
Otros dos muertos el sábado
El pasado sábado, otros dos palestinos murieron, en este caso en un ataque de dron israelí contra su vehículo en Yenín, en el norte del enclave.
Ambos eran líderes de Hamás según informaron el Ejército israelí y el brazo armado del grupo islamista, las Brigadas de Al Qasam.
Los dos fallecidos, identificados como Ahmed Abu Arra y Raafat Dawasi, habían estado involucrados en varios ataques violentos contra israelíes, como el tiroteo perpetrado el pasado 11 de agosto que causó la muerte de Yehonatan Deutsch, de 23 años, en el ocupado Valle del Jordán, según el portavoz castrense en árabe, Avichay Adraee.
Además, de acuerdo con la reivindicación de las Brigadas de Al Qasam, ambos habían participado también en la planificación de la emboscada con explosivos perpetrada el pasado 27 de junio durante una redada militar israelí en Yenín, que se saldó con la muerte de un soldado además de otros 16 heridos.
Cisjordania ocupada vive su mayor espiral de violencia
Cisjordania ocupada vive su mayor espiral de violencia desde la Segunda Intifada (2000-05), y en lo que va de 2024 al menos 293 palestinos han muerto por fuego israelí, la mayoría milicianos o atacantes pero también civiles, incluidos unos 70 menores -según el recuento de EFE-, tras cerrar 2023 como el año más letal en dos décadas con más de 520 muertos.
El Ejército israelí intensificó sus ya frecuentes incursiones en Cisjordania tras el ataque de Hamás del 7 octubre y, desde entonces, han muerto unos 636 palestinos en incidentes violentos con Israel -147 menores-, principalmente con tropas y una decena de ellos a manos de colonos.
Del lado israelí han muerto este año 22 personas: 11 uniformados y 11 civiles, seis de ellos colonos.