El legado de Beatriz de la Fuente sigue vivo, asegura el rector Leonardo Lomelí

El rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Leonardo Lomelí Vanegas, recordó el legado de Beatriz de la Fuente, especialista en historia del arte, autoridad en el arte prehispánico y una mujer que abrió el camino a otras en la academia.

En el conversatorio “El legado de Beatriz de la Fuente a 20 años de su muerte”, Lomelí Vanegas recordó que De la Fuente fue directora del Instituto de Investigaciones Estéticas (IIE) de la UNAM, integrante de la Junta de Gobierno y la primera mujer en ingresar a El Colegio Nacional.

El rector subrayó que una forma de recordar a las grandes maestras y a los grandes maestros es mantener viva su obra y su legado: “que se sigan leyendo sus libros y se siga reflexionando sobre sus aportaciones”.

Así, Leonardo Lomelí celebró que la investigadora María Teresa Uriarte haya dado continuidad al proyecto La Pintura Mural Prehispánica en México, que inició Beatriz de la Fuente.

Esta iniciativa sigue formando especialistas y contribuye a analizar, difundir y preservar la cultura prehispánica. “Que su ejemplo siga inspirando a nuevas generaciones de historiadoras e historiadores”, insistió el rector ante hijas y nietas de la doctora De la Fuente.

En el encuentro participaron José Sarukhán Kermez, exrector de la UNAM, así como Eduardo Matos Moctezuma, arqueólogo y fundador del Proyecto Templo Mayor; María Teresa Franco González Salas, exdirectora del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH); y Angélica Velázquez Guadarrama, directora del IIE.

En la Sala Francisco de la Maza del IIE, José Sarukhán manifestó que Beatriz de la Fuente fue una maestra e investigadora de un corazón generoso a quien conoció en El Colegio Nacional, y resaltó que al estar al frente de la rectoría de la UNAM la recibió para conocer su plan sobre la pintura mural precolombiana, además de haberla visto trabajar en campo.

Cuando me presentó el proyecto, me di cuenta qde quelo que estaba proponiendo que se publicara era una de esas obras de una sola vez en la vida, que marcan un hito en el desarrollo del conocimiento”, recordó el exrector.

Agregó que la publicación de la obra de Beatriz de la Fuente es un ejemplo de que la Universidad Nacional entiende el trabajo de sus investigadoras e investigadores.

Eduardo Matos, doctor honoris causa por la UNAM, comentó que De la Fuente fue la primera mujer en ingresar a El Colegio Nacional en 1985 y con ello abrió las puertas a más investigadoras y artistas. Enfatizó que su cátedra de ingreso fue sobre dos temas que la apasionaban: el arte prehispánico y la educación.

Puntualizó que los catálogos, producto de sus investigaciones, no solo reúnen el acervo maravilloso del México antiguo, sino que también lo preservan, tal como sucede con La pintura mural prehispánica en México. Asimismo, señaló que tuvo la capacidad de conjuntar en su seminario a un grupo multidisciplinario de especialistas: historiadores del arte, arqueólogos, astrónomos, biólogos, restauradores, entre otros.

María Teresa Franco, quien era directora del INAH cuando Beatriz de la Fuente inició el proyecto, remarcó que la investigadora de la UNAM era una mujer con una solidez magisterial y quien trabajaba de manera interdisciplinaria: “cualquier cosa se convertía en algo con muchas ópticas”.

Previamente, la directora del IIE, Angélica Velázquez Guadarrama, dio la bienvenida al conversatorio en memoria de quien calificó como una figura pionera que fue también la cuarta mujer en ingresar a ese Instituto como investigadora, y la segunda en dirigirlo.

Beatriz de la Fuente abrió caminos en la historia del arte mesoamericano cuando aún no se hablaba con propiedad de una “historia del arte prehispánico”, gracias a la profundidad y el rigor con que supo articular las herramientas y categorías de la historia del arte con las necesidades propias del estudio de las culturas originarias de México.

La suya fue una mirada artística, pero también ética. Supo devolver al arte mesoamericano su dignidad estética, su lugar en la historia universal del arte y su papel como testimonio de la espiritualidad, la ciencia y la imaginación de los pueblos originarios. Nos enseñó, con pasión, que las formas no son meros adornos, sino manifestaciones de pensamiento. Que el arte, aún en sus rastros más antiguos, aún en sus múltiples fracturas, contiene una visión del mundo que merece ser leída con inteligencia, rigor y respeto”, añadió la directora.

En su oportunidad, la directora del proyecto La Pintura Mural Prehispánica en México y quien moderó el conversatorio, María Teresa Uriarte, informó que próximamente se publicarán tomos correspondientes a la Huasteca, a Chichén Itzá y un catálogo de pintura mural maya.

Con información de López-Dóriga Digital