Bucarest (EFE).- El líder del Partido Social Demócrata (SPD) y primer ministro en funciones de Rumanía, Marcel Ciolacu, ha sido propuesto este lunes para repetir en un cargo que, si es refrendado por el Parlamento, ejercerá al frente de una gran coalición de partidos europeístas.
El jefe del Estado interino, Klaus Iohannis, ha propuesto a Ciolacu como jefe del Gobierno poco después de que el propio líder socialdemócrata anunciará un acuerdo de coalición entre su partido, el liberal PNL y el de la minoría húngara, el UDMR, que tendrá una cómoda mayoría en el Congreso y en el Senado.
«Hoy, ya en el Parlamento, esta mayoría se ha verificado y es segura. La coalición proeuropea me propuso un candidato, que decidí aceptar. Deseo mucho éxito a la nueva coalición proeuropea y prorumana, que tiene todas las posibilidades de continuar el muy buen rumbo de Rumanía, después de los éxitos económicos y la entrada en el espacio Schengen” declaró Iohannis.
Se espera que Ciolacu y su gabinete reciba hoy mismo el apoyo del Parlamento.
Acuerdo europeista
El pacto entre esas formaciones incluye el nombramiento del líder del PNL, Ilie Bolojan, como presidente del Senado, y del socialdemócrata Ciprian Şerban al frente de la Cámara de Diputados.
En una comparecencia junto al presidente, Marcel Ciolacu aseguró que el mandato recibido lo honra y lo responsabiliza.
«Espero que todos hayamos aprendido de nuestros errores y que encontremos las mejores soluciones para superar los desafíos», afirmó.
El nuevo Gobierno contará con dieciséis ministerios, de los cuales ocho serán para el PSD, seis para el PNL y dos para la UDMR.
Esos partidos, más los legisladores de las minorías nacionales que los apoyan, suman 176 de los 331 diputados y 74 de los 134 senadores.
A primera hora de este lunes, tres partidos europeístas, entre ellos el Partido Social Demócrata de Ciolacu, anunciaban un pacto de Gobierno y un candidato común para las elecciones presidenciales, Crin Antonescu, adelantando así una salida a la crisis institucional que vive el país por la anulación de los comicios presidenciales ante sospechas de injerencia prorrusa en la campaña.
El líder socialdemócrata explicó, en un mensaje en la red social Facebook, que la coalición defenderá los valores democráticos, el rumbo y el lugar de Rumanía en la Unión Europa y en la OTAN así como los valores y la identidad nacionales.
Ciolacu admitió que el futuro Gobierno no lo tendrá fácil y que los ciudadanos esperan reformas, transparencia, reducción de los gastos, mientras que las empresas quieren estabilidad y sostenibilidad financiera.
Ilie Bolojan líder del PNL, con el que los socialistas formaron una gran coalición los últimos cuatro años, indicó por su parte que su partido ha aceptado ese pacto porque Rumanía necesita un gobierno estable en un período difícil.
Las primeras tareas del nuevo Gobierno serán aprobar el presupuesto de 2025 y organizar las elecciones presidenciales, posiblemente antes de la Semana Santa.
Elecciones anuladas
Las elecciones presidenciales fueron anuladas por el Tribunal Constitucional por sospechas de financiación ilegal e injerencia prorrusa en la campaña del ultranacionalista prorruso Calin Georgescu, que ganó inesperadamente la primera vuelta el 24 de noviembre.
Los partidos europeístas y moderados recibieron en esos comicios el 58 % de los votos, frente al 33 % de las formaciones de extrema derecha y ultranacionalistas.
El PSD y el PNL sufrieron un duro varapalo electoral en las elecciones, con pérdidas de 5 y 10 puntos respectivamente respecto a las últimas elecciones.
Desafíos internos y externos
La elevada inflación, la enquistada corrupción, el miedo por la guerra en la vecina Ucrania y la sensación de que 18 años después de la entrada en la Unión Europea no se han cumplido las promesas de modernización y crecimiento, ha generado una corriente de voto protesta que beneficia a los partidos populistas y extremistas.
Los partidos del acuerdo de Gobierno presentarán también a Crin Antonescu, antiguo líder del PNL, como candidato conjunto a las elecciones presidenciales.
Antonescu, de 65 años, fue diputado durante cuatro legislaturas consecutivas, y también ha tenido escaño en el Senado. Fue ministro de Juventud y ejerció brevemente la jefatura del Estado durante una crisis política en 2012.
Los dos grandes partidos, PSD y PNL, vieron como sus candidatos no lograron pasar, por primera vez, a la segunda vuelta electoral de las presidenciales.