Entre el sueño y el cabreo de los vecinos de Gévora

Badajoz, 31 oct (EFE).- De los 2.500 habitantes que tiene la pedanía pacense de Gévora, los 2.500 son del equipo local; de los 2.500 anhelos por ver a los suyos frente al Real Betis en Copa del Rey, otros tantos son sueños por eliminar a los hispalenses, pero los 2.500 están bastante ‘cabreados’.

Su humilde estadio, con capacidad para albergar a un millar de personas, aproximadamente, estará vacío. Sus instalaciones no reúnen los requisitos mínimos que exige la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) para un partido de Copa del Rey.

La solución estaba en “trasladarse” a unos pocos kilómetros. La solución lógica por cercanía y aforo era el estadio Nuevo Vivero, donde el CD Badajoz juega sus partidos como local, pero la falta de acuerdo entre ambos clubes obligó al CD Gévora a buscar ayuda.

De Badajoz a Almendralejo

La mano tendida del CD Extremadura -también se ofreció la AD Mérida- para acoger el partido en su estadio ‘Francisco de la Hera’ ha sido respondida con otra por el pequeño equipo pacense. Además, se da la circunstancia nada habitual de que este mismo estadio albergará 24 horas antes otro partido de Copa del Rey, el que enfrentará a los de Almendralejo con el Girona FC.

De los ocho kilómetros que separan Gévora de la ciudad de Badajoz se ha pasado a los 65 hasta Almendralejo.

Es verdad que todos los habitantes de Gévora arrancan día a día y con ganas las hojas del calendario para el ansiado partido que enfrentará a su equipo con el Betis el 31 de octubre, pero “todos llevamos un cabreo monumental”, afirma a EFE un vecino.

En los bares de la pedanía, acostumbrados habitualmente a analizar los partidos del Real Madrid, el equipo preferido tras el local por una amplia mayoría en Gévora, solo se habla del Betis, de sus virtudes y de sus posibles debilidades en aras a “mantener el sueño” copero.

“Aquí no se habla de otra cosa”, corrobora en palabras a EFE el propietario del bar ‘La Plaza’, Cristian Martín, quien como la mayoría de los habitantes de la pedanía sueña “con ganar al Betis”.

“¿Por qué no va a ser posible?”, pregunta con tono de ilusión.

A su lado, Francisco Martín, que trabaja en una empresa de instalación y reparación de neumáticos de vehículos, considera que el enfrentamiento con el Betis es el momento “más histórico” que ha vivido la pedanía, un hecho, además, “impensable pocas semanas atrás” y no concebido hasta la fecha en ninguna tertulia local.

Ilusión

En Gévora, cuyos vecinos trabajan en los pocos establecimientos existentes en la pedanía, en la cercana Badajoz o en labores agrícolas de la comarca, es habitual que “se hable de fútbol”.

Su CD Gévora es una de sus señas de identidad. “Si la ilusión ha sido muchas veces mayúscula cuando hemos estado a las puertas de subir a Tercera RFEF, imagina ahora frente a un Primera”, apuntan ambos.

Aunque no es de Gévora, el empresario Antonio Morales está casi diariamente en la pedanía por motivos laborales. Sin que se le pregunte y solo con ver la cámara de televisión ya se lanza a hablar, pero en tono crítico: “Estamos ante el infeliz acontecimiento de tener que jugar este partido en Almendralejo” y no en la capital pacense.

Como ha expresado, esta circunstancia no solo afectará a los gevoreños, sino también a los muchos ciudadanos de Badajoz que tenían previsto acudir al estadio Nuevo Vivero para ver al Betis y a jugadores como “Isco” Alarcón, Vítor Roque, Ez Abde o Giovani Lo Celso, o para volver a ver jugando en el campo que le vio crecer al pacense Assane Diao.

“Para todos los habitantes de la pedanía es un palo no jugar en Badajoz. No se entienden los motivos”, los cuales desconoce, afirma Cristian Martín.

Afición

El propietario del bar La Plaza recurre a una habitual palabra extremeña para expresar el sentir de Gévora: “la gente está una mijina cabreada”. La “cara” de esta moneda es el buen hacer, sostiene, del municipio de Almendralejo” y de empresas, como ‘Cocederos La Mar’, que fletarán autobuses.

Al sueño “de eliminar al Primera”, este restaurador ha sumado un segundo: “decorar una de las paredes del bar con una camiseta de un jugador del Betis”. “Se va a intentar” aunque sea a 65 kilómetros “de mi Gévora”. EFE