Francisco «fue un papa entre la gente, abierto a todos», subraya el cardenal Giovanni Battista Re en la homilía

Ciudad del Vaticano (EFE).- El difunto papa Francisco fue recordado este sábado en la homilía de su funeral como un pontífice que estaba «entre la gente», «con el corazón abierto a todos» y que «se dedicó sin medida a los últimos de la Tierra y los marginados».

«Instauró un contacto directo con las personas y poblaciones, deseoso de estar cerca de todos, con una marcada atención a las personas con dificultades, dedicándose sin medida sobre todo a los últimos de la Tierra y marginados. Fue un papa entre la gente con el corazón abierto a todos», dijo el cardenal decano, Giovanni Battista Re, encargado de oficiar las exequias del pontífice argentino.

El funeral del papa Francisco ha comenzado este sábado poco después de las 10.00 hora local (8.00 GMT) con la marcha en procesión del féretro seguido por los cardenales concelebrantes en la basílica de San Pedro del Vaticano.

Minutos después, el féretro con los restos mortales del pontífice, fallecido este lunes a los 88 años, llegó a hombros de los ‘sediarios’ a la plaza de San Pedro tras atravesar la puerta central de la basílica para dar inicio al funeral.

El ataúd fue colocado frente al altar, sobre una alfombra y junto a un cirio encendido y entonces se escuchó el aplauso de los cerca 200.00 fieles presentes.

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Después se colocó encima el libro del Evangelio abierto y la plaza de San Pedro se sumió en un absoluto silencio y los cardenales concelebrantes ocuparon su puesto en el lado izquierdo del sagrado.

Con anterioridad habían entrado el resto de cardenales y 750 entre obispos y sacerdotes.

Las exequias de Francisco se celebran ante la presencia de 140 delegaciones, 50 jefes de Estado y gobierno y una decena de soberanos, situados en la parte de derecha de la plaza.

Pero también están presentes grupos de desfavorecidos, de los que se ocupó Francisco durante sus 12 años de pontificado, así como migrantes que fueron rescatados por las ONG en el Mediterráneo y algunos refugiados que el pontífice se llevó en el avión papal desde la isla griega de Lesbos en abril de 2016.