Jerusalén (EFE).- Al menos 12 personas murieron en un bombardeo israelí contra la escuela de primaria Al Shati, gestionada por la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA) y situada en el campo de refugiados del mismo nombre al oeste de la ciudad de Gaza (norte), que el Ejército reconoció esta tarde.
“Bajo dirección de la inteligencia militar, las Fuerzas del Aire llevaron a cabo un ataque preciso contra milicianos que operaban dentro de un centro de mando y control en el norte de la Franja de Gaza”, confirmaron las fuerzas armadas a última hora de la tarde, si bien el ataque se produjo cerca de las 15.00 (13.00 GMT).
El Ejército alegó que milicianos de Hamás utilizaban la escuela para atacar a sus tropas, mientras que la agencia palestina de noticias Wafa incidió en que el centro, como la mayoría de escuelas en Gaza, albergaba refugiados.
En estos momentos, el 90 % de la población gazatí está evacuada. La mayoría se hacina en tiendas de campaña en la “zona humanitaria” del sur de la Franja, mientras que parte se distribuye en escuelas y campamentos próximos a hospitales, objetivo habitual de los ataques de Israel.
En vídeos grabados instantes después del ataque se ve a centenares de personas, muchas de ellas mujeres y niños, abandonando la zona corriendo cargando con sus enseres personales.
El bombardeó causó 30 heridos
Wafa, que eleva hasta 12 el número de fallecidos, apunta a que el bombardeo causó además 30 heridos. Algunos medios palestinos suben el balance de víctimas mortales hasta las 15.
La organización islamista Hamás condenó el ataque, que calificó como un “brutal bombardeo” contra una escuela “atestada con desplazados”.
Las fuerzas armadas aseveran en su comunicado al respecto que tomaron medidas para “mitigar el daño a civiles”, como el uso de municiones de precisión y vigilancia aérea, en un mensaje que suele transmitir cuando bombardea lugares protegidos por el derecho internacional, como escuelas u hospitales.
Destrucción de dos túneles subterráneos
Por otro lado, el Ejército anunció la destrucción de dos túneles subterráneos con una longitud conjunta de unos dos kilómetros en el sur de Gaza, con unas 20 salidas, de las cuales algunas tenían trampas con explosivos.
Su destrucción se produjo en una operación que las fuerzas armadas llevaron a cabo “en las últimas semanas”, y en la que desmantelaron “posiciones antitanque, edificios con trampas explosivas y puestos de observación que suponían una amenaza para las tropas.
Además, el Ejército mató en esta operación a dos milicianos a los que acusa de participar en los ataques del 7 de octubre, que identificó como Baha Abu Qarshin, comandante del batalón Shabura, y Muhammad Ibrahim Sateri, miliciano de Hamás.
Desde que Israel lanzó su ofensiva en Gaza hace 13 meses en respuesta al ataque de Hamás contra su territorio, 43.469 palestinos han muerto y otros 102.561 han sido heridos por sus ataques, según el Ministerio de Sanidad de la Franja.
El ataque de los milicianos palestinos encabezados por Hamás el 7 de octubre de 2023 acabó con la vida de casi 1.200 personas en Israel, mientras que 251 fueron tomadas como rehenes, de las cuales 97 siguen cautivas en el enclave.