Guayaquil (EFE).- La Fiscalía de Ecuador formuló este viernes cargos contra un militar por presuntamente extralimitarse en el uso de la fuerza, al disparar y matar a Carlos Javier Vega, un joven de 19 años, durante un operativo realizado el pasado 2 de febrero en el sur de la ciudad de Guayaquil.
Según informó la Fiscalía, la jueza de la Unidad Judicial Penal Sur procesó a Cristhian Alvarado, miembro de la Armada de Ecuador, por el delito de extralimitación en la ejecución de un acto de servicio con resultado de muerte, le prohibió la salida del país y le ordenó que se presente de manera periódica ante una autoridad judicial.
Todo ocurrió la mañana del 2 de febrero, cuando Carlos Javier y su primo Eduardo Velasco se dirigían a vender un perro en el sur de Guayaquil. A unos metros del sitio donde iban a entregar al animal se encontraron con un operativo militar y policial.
Uno de los militares les dijo que no podían avanzar y que se fueran, pero cuando Eduardo intentó salir del lugar chocó con un patrullero de la Policía y escuchó un disparo, según relató a EFE en ese entonces.
Las balas alcanzaron a su primo Carlos Javier, por lo que intentó llevarlo a un hospital cercano. Sin embargo, los militares los siguieron y calles más adelante los capturaron después de que Velasco se detuviera al darse cuenta de que él también estaba herido.
La defensa de las Fuerzas Armadas
En un comunicado, las Fuerzas Armadas catalogaron a Carlos Javier y a Eduardo como «presuntos terroristas» a quienes detuvieron «ante un intento de ataque a un retén militar». Señalaron que los hombres embistieron a los militares y chocaron la patrulla, por lo que «en respuesta a ese ataque se realizaron disparos para precautelar la seguridad del personal».
Carlos Javier llegó con vida al hospital, pero falleció al día siguiente por la gravedad de sus heridas. Su madre, Laura Ipanaqué, dijo a EFE que dos balas superiores le dañaron el pulmón y las otras dos inferiores el intestino y la médula. «Me dijeron que si él sobrevivía, quedaba inválido», señaló.
Eduardo Velasco, por su parte, fue detenido por ataque y resistencia, delito por el que meses después no le formularon cargos.
Gloria Bone, tía de Carlos Javier y Eduardo, señaló a EFE que la familia se siente tranquila porque el proceso judicial está avanzando y esperan que al final el resultado sea favorable para ellos.
«Queremos que las Fuerzas Armadas bajen ese comunicado en donde ponen a mis sobrinos como si fueran terroristas, que es lo que nos ha venido afectando además de la muerte violenta de Javier», mencionó.
Aseguró que «no existe nada» que les permita sostener a los militares que sus sobrinos eran «personas de dudoso proceder», por lo que van a pedir también que las Fuerzas Armadas rectifiquen y pidan disculpas públicas por lo sucedido.
Avance del proceso judicial
Con la formulación de cargos, se abrió una nueva fase de 90 días en la que la familia de los jóvenes buscará presentar más pruebas, incluido vídeos y testimonios de personas del sector donde ocurrieron los hechos.
El caso de Carlos Javier y Eduardo es una de las primeras denuncias ante la Fiscalía en contra de la actuación de militares y policías que se hicieron en Ecuador tras la declaratoria de «conflicto armado interno» que hizo el presidente Daniel Noboa a inicios de 2024 para luchar contra el crimen organizado.
Organizaciones como Human Rights Watch (HRW) han recopilado casos de al menos 15 presuntas ejecuciones extrajudiciales, más de 80 casos de presuntas torturas y más de 200 casos de extralimitación en el uso de la fuerza durante este período.