Carla Domínguez |
Santa Cruz de Tenerife (EFE).- Dijo adiós a la ciudad palestina de Rantis, en Cisjordania, y desembarcó en España en 1967. Se introdujo poco a poco en la lucha estudiantil universitaria de los 70, experimentó la represión franquista y pasó ocho meses en prisión. Él es Jehad Kamel Suleiman y esta es parte de su historia.
El presidente de la Asociación Europea de Cooperación con Palestina (ASECOP), de la segunda generación de migrantes palestinos que llegó a Valencia (España), recuerda con EFE sus primeras experiencias en el país, entre ellas su encarcelamiento tras las protestas estudiantiles por la Ley General de Educación de 1970.
Por entonces, Kamel estudiaba Psiquiatría en Valencia. Una vocación científica de ayuda al prójimo que, sostiene, se había gestado gracias a las letras de ‘Los condenados de la tierra’ (1961), una obra del martiniqués Frantz Fanon que aborda con un enfoque psiquiátrico la colonización de Argelia y de África.
De ‘sentir’ la revolución argelina a defender al pueblo palestino
Mientras, su instinto de lucha social lo desarrolló su sentimiento por la revolución argelina, movimiento que apoyó al finalizar sus estudios en Secundaria.
Más tarde, en los años 70, participó en la creación de la Unión de Estudiantes Palestinos en Valencia -la ciudad, recuerda, “con mayor concentración de estudiantes palestinos en Europa”- que nacía con una “fuerza importante” para un pueblo que hoy es “atacado, agredido y privado de derechos y libertad”.
“En España aprendí a querer todavía más Palestina. Encontré un ambiente totalmente positivo, dispuesto (…) Había un movimiento extraordinario”, comenta.
No olvida la represión ejercida entonces, y que él vivió durante ocho meses tras participar en protestas contra la ley del ministro José Luis Villar Palasí, además de la persecución de los ‘camisas azules’ y de los Guerrilleros de Cristo Rey: “casi matan a mi compañero de piso, que acabó con una crisis psicótica”.
El encarcelamiento de Kamel en la España de los 70 le impidió regresar a su pueblo y compartir con su familia. Jordania le había quitado su pasaporte y para ese país se había convertido en un “comunista palestino” y en “un malhechor contra un país (en referencia a España) que nos quería y nos ayudaba”.
Ruptura entre sociedad civil y política
Preguntado por el grado conocimiento español sobre la situación del pueblo palestino con la guerra en Gaza y Líbano, expone que “no cabe la menor duda” que ha habido un “cambio de conciencia” de la sociedad hacia el pueblo palestino, aunque este lo considera insuficiente: “El pueblo va por un lado y las instituciones por otro”.
“El atacante es el estado de Israel, el genocida es el estado de Israel, y el que está desarmado, aunque en él hayan encontrado mucha resistencia, es un pueblo atacado, un pueblo agredido y un pueblo privado de sus derechos y libertad”, defiende el presidente de ASECOP.
Jehad Kamel Suleiman llegó a España el 20 de septiembre de 1967. Y después de 57 años se desvive por expresar en cada minuto lo que se vive y sufre su pueblo, a miles de kilómetros, en la Franja de Gaza y en Cisjordania, allí donde el estado de Israel priva de “lo más elemental” para la vida diaria.
“La guerra en la Franja de Gaza es muy cruel. Hicieron lo que no se ha visto después de la Segunda Guerra Mundial. Están acabando con toda la infraestructura vital para la población, y Cisjordania no es menos, pues allí hay humillación y muerte también a diario”, denuncia Kamel.
En su paso por Tenerife, a través de eventos organizados por la plataforma de trabajadores Sanitarios por Palestina, ha tratado de hacer visible ese trabajo que ASECOP realiza en zonas con menos pico de tensión, como las iniciativas de reforma agraria y de construcción de invernaderos para no depender de Israel. EFE