Lima (EFE).- La Policía Nacional del Perú (PNP) cambió de puesto a decenas de miembros de la División de Investigación de Delitos de Alta Complejidad (Diviac), el grupo especializado en investigación criminal y lucha contra la corrupción que en marzo pasado allanó la vivienda de la presidenta, Dina Boluarte, informaron medios locales.
La medida se conoció este lunes, días después de confirmarse el pase al retiro de los coroneles Harvey Colchado y Walter Lozano, los jefes de la Diviac, que apoyó en los últimos años las investigaciones de la Fiscalía contra altos funcionarios presuntamente vinculados con delitos de corrupción.
Medios locales señalaron que el comandante general de la PNP, Víctor Zanabria, decidió cambiar de dependencia a 67 miembros de la Diviac, entre ellos cuatro oficiales que en marzo pasado participaron en el allanamiento a la casa de Boluarte como parte de la investigación del sonado caso ‘Rolexgate’.
Allanamiento en casa de la presidenta de Perú por el caso ‘Rolexgate’
Al respecto, el exministro del Interior Rubén Vargas declaró al diario El Comercio que el traslado de estos oficiales «significa el desmantelamiento» de la Diviac, que consideró la «más eficiente contra el crimen organizado que tenía» la PNP.
A su turno, el exviceministro de Orden Interno Ricardo Valdés sostuvo que se trata de «la consolidación de la venganza» del Gobierno de Boluarte y que la medida es «el epílogo de una división que ha sido exitosa, que ha dado resultados» y que se ha decidido desarticularla «porque tocaron a la presidenta y a su hermano».
Zanabria ya anunció en julio pasado que la Diviac iba a pasar a formar parte de la Dirección de Investigación Criminal (Dirincri) de la PNP para evitar «los cuestionamientos al manejo de los gastos especiales de inteligencia».
Retiran a responsable del operativo
Sin embargo, el ministro del Interior, Juan José Santiváñez, afirmó en ese momento al diario El Comercio que Zanabria debía remitir la justificación de esa medida a su despacho para que fuera propuesta al Ejecutivo.
El pasado 16 de diciembre, el Gobierno de Perú anunció que el coronel Harvey Colchado pasará al retiro el próximo 1 de enero, junto con otros 319 oficiales de la PNP.
Colchado encabezó el allanamiento de la casa y oficinas de Boluarte, en un operativo solicitado por la Fiscalía como parte de la investigación preliminar contra la mandataria por las joyas y relojes Rolex recibidos del gobernador regional de Ayacucho, Wilfredo Oscorima, en un caso conocido como el ‘Rolexgate’.
Poco después de que Santiváñez asumiera el cargo, en mayo pasado, se difundió un audio en el que este aseguraba que prometió a la presidenta de Perú retirar a Colchado de ese cargo, aunque el ministro negó la veracidad de esa grabación.
«La represión y la venganza»
Tras el allanamiento a Boluarte, la Inspectoría de la PNP suspendió temporalmente a Colchado de la jefatura de la Diviac a raíz de una sanción que se le impuso por la difusión de una fotografía de un pastel de cumpleaños en el que se recreaba el momento de la intervención en la casa de la presidenta.
La semana pasada, el abogado del jefe policial, Miguel Pérez, aseguró que su pase al retiro se trata de «la concreción de todo un plan estructurado para el abuso, para la arbitrariedad y, además, para la represión y la venganza».
En respuesta, el general Víctor Zanabria declaró que «no hay ninguna venganza» contra Colchado, sino que «no hay otro cargo similar que pueda ejercer».
Este lunes, durante la inauguración de una comisaría en un distrito populoso de Lima, Boluarte llamó «ministro valiente» a Santiváñez y afirmó que sus críticos no la doblegarán «con sus mentiras y campañas de odio».