Salvador Martínez-Mas |
Lübben (Alemania) (EFE).- El partido Alternativa para Alemania (AfD) parte como favorito en las elecciones del domingo en Brandeburgo frente al Partido Socialdemócrata (SPD), que lleva tres décadas en el Gobierno de esta región en la que la formación ultra aspira a dar un nuevo golpe en la política nacional.
La formación ultradrechista llega con viento a favor en la última de las tres citas con las urnas en el este alemán tras los comicios de Turingia, en los que se impuso AfD, y de Sajonia, donde el partido ultra fue segunda fuerza.
En los sondeos de intención de voto sobre las elecciones de Brandeburgo, a AfD se le atribuye una victoria por la mínima.
La última encuesta publicada en la noche del jueves por la cadena de televisión ‘ZDF’ ve a la ultraderecha con un 28 % de los votos, apenas un punto por delante del Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD), la formación del primer ministro de Brandeburgo, Dietmar Woidke.
Preguntado por EFE, Hans-Christoph Berndt, candidato a primer ministro de AfD en Brandeburgo, dijo que su partido quiere “ser primera fuerza el domingo”.
“Entonces se iría del poder el primer ministro de Brandenburgo, Dietmar Woidke. El estandarte del Gobierno de coalición de Berlín también estaría fuera” y “tendríamos un gobierno nuevo para Brandenburgo”, señaló en un acto de campaña de su partido en la turística población de Lübben.
Para él, además, un triunfo de AfD el domingo tal vez sería “el final del Gobierno de coalición en Berlín”.
Un bastión de AfD de 14.000 habitantes
Berndt habló rodeado de militantes e interesados en AfD en Lübben, población de unos 14.000 habitantes y representativa del mundo alejado de los grandes entornos urbanos, donde la ultraderecha se ha hecho especialmente popular.
En Lübben, el 32,5 % de los votantes apoyó a AfD en las elecciones europeas de junio, en las que la ultraderecha fue segunda fuerza en toda Alemania con un 15,9 %.
El día de las elecciones europeas también se celebraron elecciones locales en Brandeburgo, y en Lübben ganó AfD (29,2 %) claramente frente a la segunda fuerza que fue la Unión Cristianodemócrata (CDU, 20,9 %).
Criticas al Gobierno de Scholz
“Como en todo Brandeburgo, AfD es muy fuerte en Lübben”, apuntó a EFE un trabajador de la oficina provincial de esta localidad, situada frente a la pequeña explanada donde AfD reunió a medio centenar de personas para conocer a Berndt, a quien preguntaron espontáneamente por cuestiones como el alza del coste de la vida o la inmigración.
“Tenemos la política energética más estúpida del mundo, según dijo el Wall Street Journal”, recordó Berndt al aludir a uno de los temas con los que AfD ataca al Gobierno del canciller Olaf Scholz, también en unas elecciones regionales como las de Brandeburgo.
Berndt y AfD critican lo que entienden que es un “exceso” de esfuerzos en la promoción de energías verdes y el abandono de la energía nuclear decidido por Angela Merkel y que Scholz y su coalición finalizaron el año pasado pese a la crisis derivada de la guerra de Ucrania y la decisión de Berlín de abandonar los hidrocarburos rusos.
“La energía solar y la eólica también tienen un impacto ambiental, y no se tiene en cuenta”, apuntó Berndt antes de señalar que las energías verdes se encarecen cuando hay que dirigirlas a la red eléctrica, por los elevados costes de inyección de esa electricidad en la red nacional.
Apoyo a AfD y quejas
“AfD es el único partido que me convence, me he leído el programa y me parece muy bien. No es cómo se dice que hay que echar a todos los inmigrantes. Eso no es cierto. Necesitamos trabajadores cualificados, pero no podemos recibir a tanta gente que no ha terminado ni la escuela”, dijo a EFE Sigrid, una jubilada que se mostraba encantada de poder hablar con Berndt.
“Estoy jubilada, recibo 950 euros al mes, y luego vienen los inmigrantes y reciben más que eso, además de que la economía no va muy bien”, se quejó, mientras asentían otras dos amigas, otra jubilada y una mujer de mediana edad.