Bogotá, (EFE).- El exjefe paramilitar Salvatore Mancuso, antiguo comandante de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), firmó este viernes un compromiso con el Gobierno para buscar información sobre las tierras que eran suyas y entregó para reparar a las víctimas del conflicto, pero que hoy están en manos de otros o perdidas.
“El señor Salvatore Mancuso, gestor de paz, se compromete públicamente (…) a buscar y entregar la información sobre las tierras que él y otros paramilitares que también se han comprometido a entregar (…) y que no están en el fondo de reparación a las víctimas”, expresó la directora de la Unidad para las Víctimas, Lilia Solano, al leer el documento que suscribió con Mancuso.
Durante el Encuentro Nacional de Reparación Colectiva en Bogotá, el excomandante de las AUC señaló que con ese pacto espera “ayudar a buscar, encontrar, esos bienes” que entregó hace casi dos décadas al Gobierno y que “hoy deberían estar en manos de las víctimas, los campesinos, pero desafortunadamente gran parte de esos bienes no sabemos donde están”.
La información de Mancuso
El pasado 23 de septiembre, Mancuso, Solano y el director de la Agencia Nacional de Tierras (ANT), Felipe Harman, denunciaron que casi 400 bienes entregados para reparación a las víctimas por el excomandante de las extintas AUC o están en el inventario del ejecutivo y desconocen su paradero.
Mancuso ha ido entregando al Estado colombiano por los procesos de Justicia y Paz desde 2007 más de 500 bienes, sobre todo fincas, predios y comercios que usaban las AUC, de los cuales la Unidad para las Víctimas solo tiene inventariados 123.
En ese sentido, el exjefe paramilitar aseguró a las víctimas que ha hablado con empresarios y propietarios de tierras, con lo que ha logrado “conseguir ya varios miles de hectáreas que en este momento están siendo procesadas para que el Estado las adquiera y puedan ustedes tener la oportunidad de tenerlas”.
Perdón por un asesinato
Durante el acto, Mancuso pidió perdón por el asesinato del líder indígena Kimy Pernía Domicó, perpetrado en 2001 en la región Caribe, crimen que ya había reconocido hace cuatro años.
Pernía Domicó desapareció el 2 de junio de 2001 en el casco urbano de Tierralta, localidad de Córdoba (norte) donde habita la comunidad embera del Alto Sinú, tras obligársele a subir a una motocicleta.
La desaparición del líder se le atribuyó al grupo Autodefensas Campesinas de Córdoba y Urabá (ACCU), matriz de las AUC, organización que se disolvió a mediados de 2006 tras la desmovilización de más de 31.000 paramilitares.
“Yo di la orden a los autores materiales (…) de esa lamentable acción en la que se asesina al líder indígena de esta región”, expresó Mancuso este viernes.
Agregó: “Quiero pedirles perdón de corazón a ustedes, a todas las comunidades indígenas, especialmente a las embera katío de esta región del departamento de Córdoba, porque jamás debí tomar esa decisión (de ordenar el crimen)”.
Un representante de los embera katío pidió durante el acto a Mancuso “resarcir”, porque por crímenes como el de Pernía fue que, dijo, se desterritorializaron esos indígenas y terminaron repartidos por todo el país.
“Si hay verdad, justicia, reparación y garantías de no repetición, vamos a acoger realmente este proceso que se está llevando a cabo”, añadió el vocero.